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#DudasSexistenciales: Hablamos del deseo con Ruben Campero

  • Foto del escritor: Vibras
    Vibras
  • 23 ago 2020
  • 5 Min. de lectura

¡Hoy tenemos una nueva colaboración en el #BlogDeVibras!


Esta vez consultamos al psicólogo y sexólogo Ruben Campero. Él es conductor del programa Historias de Piel, columnista en Eme de Mujer y autor de varios libros como A lo Macho y Cuerpos, Poder y Erotismo, es especialista en género y docente en Sexur.


Le pedimos a Campero que nos dijera, en su opinión, qué pasaba -en general, esto no debe ser tomado en reemplazo a una consulta sexológica si se cree que se necesita una- con la fluctuación de nuestro deseo (¡qué concepto tan complejo y amplio!), sobre todo cuando este, de repente, baja. Un día nos despertamos súper cachondxs, y al siguiente, no.


Campero siempre es un excelente entrevistado por su hondo bagaje multidisciplinario. Sus respuestas invitan a cuestionarnos nuestra sexualidad desde muchas áreas de la vida y la sociedad. Nos invitan a ver nuestros cuerpos y mente con una mirada transversal.


¿Qué pasa, en general, con nuestro deseo, que lo hace fluctuar? ¿Por qué a veces sin motivo podemos pasar por períodos en los que baja?


Los factores son múltiples muchos, ninguno actúa por sí solo. Actúan "en relación a", nada es una unidad. Hay hormonales, de edad, psicológicos, internos, neuroquímicos, del clima, estimulación visual, ver poca ropa, ver mucha piel, que haya humedad, estímulos, saturación visual, vínculos que yo tenga con la persona... no es lo mismo con quien estés..


El deseo sexual, en general, en realidad fluctúa porque es una experiencia interna, entonces tiene que ver con escucharse internamente. Se habla del aburrimiento, si puede influir o no. El aburrimiento es un factor interesante y bastante necesario. En nuestra cultura del orden del consumo y de estar colmado el aburrimiento es un enemigo nos mandan a no estar aburrido pero nos aburrimos igual y es necesario estar aburridos para encontrar qué es lo que estoy queriendo. Aprendemos a tenerle fobia a esa sensación de vacío y lo llenamos con el celular, con comer, con cosas para no escuchar qué es lo que está en ese vacío y lo aturdimos. Entonces es difícil escuchar qué es lo que estamos deseando. Por eso el arte es un enemigo de los sistemas disciplinarios mantienen estados depresivos. Es fuerte dicho así, pero el capitalismo nos tiene hoy reproduciendo y produciendo nuestra propia excitación. hay presión incluso para disfrutar de nuestros propios cuerpos.


¿Existe hoy una presión por desear?


Claro que hay presión. Está bueno estimularnos por supuesto pero una cosa es la estimulación y otra cosa es la presión sino porque si no hay estímulo no te levantás de la cama pero otra cosa es la presión. Eso pasa con los bebés la estimulación es oportuna pero otra cosa es lo que ves que yo veo que pasamos mucho que los tienen por ejemplo aprendiendo tres idiomas a la vez porque los quieren meter en un mercado de éxito. ¿Cómo se relaciona esto con el deseo? Por el disciplinamiento. El disciplinamiento empieza apenas nacés, con cosas sanas y normales como no ir al baño en público, pero termina diciéndote cómo tener relaciones sexuales. Te construyen cuál es tu género, cuáles son tus prácticas sexuales, cómo deberían ser tus interacciones sexuales, qué vas a desear. Estamos en una sociedad el éxito y el éxito el sexo es un logro empresa empresarial. Tenemos que mostrar que nuestro sexo rinde y en ese marco es difícil a veces que el deseo se dé.


¿Qué quiere decir esto?


Históricamente desde la cultura machista ha habido una incitación a la acción, que no quiere decir que haya un deseo. El deseo en la masculinidad, por lo que veo en consultas, es casi inexistente. Es difícil que haya habido espacio en la psiquis para el deseo así como tal, ya que es hay demasiada "obligación" para desear un culo o una teta (o lo que sea, no importa si hablamos en clave heterosexual u homosexual). Es difícil que el varón de verdad esté deseando esto además de querer probar que lo está deseando y que la sociedad lo acepte como macho. O sea, que haya tenido tiempo y espacio para realmente desear, porque ese deseo se produce de forma muy violenta. Y en el caso de las mujeres, creo que estamos en tiempos muy esquizoides, en que antes era todo represión y ahora les cae toda la obligación de tener que desear y de hacer el paro de manos prácticamente.


¿El tema del deseo es uno frecuente en tus consultas?


Sí, es totalmente un motivo de consulta. Pero tal vez no aparece como tal, sino a través de otras cosas, como otro tipo de síntomas otro tipo de disfunción.


¿Como sexólogo qué recomendás para que alguien reconecte con su deseo? ¿Es algo fácil de hacer?


Nada es fácil en la vida. Buscaría el silencio. Buscaría gente que te acompañe, que te empuje. Nadie que sea condescendiente. Que se interese por vos, no por lo que el otro quiere que seas. Recomiendo demorarse, jugar por con el sexo, no con guiones. Los guiones arruinan el sexo. El guión disciplina, no puede ser un: "te obligo a que seas espontánea". Incorporar novedades. Darse tiempo para poder perder el tiempo. Probar cosas. Por ejemplo juguetes sexuales. Animarme a ir proponiendo cosas como juegos pero no como obligaciones ni para hacerse el canchero ni para postear las fotos. El deseo es la fuente más poderosa que tenemos. Es lo que genera esperanza con una sociedad. Si capturan nuestro deseo lo perdemos todo. Hagamos silencio.


¿Algo más que quieras agregar sobre el deseo?


Lo último me está pensando es en la mirada psicoanalítica. En el tema de la posibilidad de liberar los con las fantasías sexuales que podemos tener, que eso no quiere decir necesariamente que las queremos llevar al acto. Entonces o les podemos llevar al acto pero recreadas en situaciones experimentales, o sea, recreadas como como un juego o en un "como si", no en el acto concreto que implique actores concretos que digamos no se sientan convocados. Meramente una escena dramática.


Otra cosa, en cuanto a nuestra relación culposa con el deseo. Me parece que es importante tener en cuenta eso también porque bueno venimos de una civilización como la cristiana que digamos básicamente lo que ha hecho es ha domeñado el deseo sexual particularmente pues se ha ensañado mucho con él pero que hoy por hoy es más sofisticada la cuestión igual todavía tenemos esa cosa que el deseo es el representante el demonio entonces hemos aprendido a vincularnos con él de una manera algo suspicaz o temerosa.




Hay ejemplos en la literatura de cómo el deseo se asocia con algo que tenemos que controal, desde el Doctor Jekyll y Mister Hyde, bueno la versión si queres de superhéroes con Hulk nada que nos pasa con esa parte si se quiere "animal" que es la parte más del sistema límbico del sistema nervioso. Por esto del disciplinamiento que te decía a partir de época que no se civilizaron. La lógica civilizado/salvaje. La dicotomía civilizado/salvaje que viene mucho de la influencia colonial europea, que era la ideología dominante de los imperios. Se dice de manera racista, por ejemplo, que un niño muy travieso "es un indio" como si lo correcto fuera ser un inglés que toma el té y lo salvaje es lo indio. Algo pasa con el deseo, que es como nuestra parte "salvaje" o del demoni, y es la parte que nos enseñan a reprimir. Ahí también hay un atrapamiento del deseo.


 
 
 

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